Ilustración: Pablo Blasberg
El cantante y compositor Julio Iglesias, un icono de la canción romántica que en más de cinco décadas de carrera editó más de cien álbumes, vendió más de 300 millones de discos y embelesó al público con canciones icónicas como «Gwendolyne», «Agua dulce, agua salá» y «meneo», celebrará este sábado 80 años de una vida intensa.
Alejado de los escenarios desde 2019, cuando recibió el galardón honorífico Grammy Lifetime Achievement Award que solo recibieron artistas como Elvis Presley, Frank Sinatra y Los Beatles, Iglesias cumplirá ocho décadas durante las que se consolidó como un cantante universal que conquistó al público de distintas partes del mundo.
Con motivo del número redondo, Iglesias recibirá un regalo que no podría haber comprado en ningún lugar pese a ser, según Forbes, uno de los cantantes más ricos del mundo (se le adjudica una riqueza de más de 700 millones de dólares): un video organizado por su amigo, el relacionista público Richy Castellanos, quien haciendo gala de una agenda de contactos envidiable, compiló el saludo de 460 celebridades de 28 países que tienen o tuvieron algún vínculo con el músico.
Un regalo único
Figuras de la talla de Rafael Nadal, Alejandro Sanz, Susana Giménez y la Infanta Elena, entre otras, provenientes de distintos ámbitos, grabaron un video de treinta segundos con algún recuerdo o anécdota con él.
después, para evitar posibles conflictos de cartel, los testimonios fueron ordenados por orden alfabético.
El resultado será un video de tres horas y media que le será entregado el sábado y reflejará la vida apasionada y prolífica de un músico que en ocho décadas se convirtió en el cantante latino que más ventas logró en la historia, lo que le valió dos récords Guinness.
El camino que lo convirtió en cantanteNacido como Julio José Iglesias de la Cueva el 23 de septiembre de 1943, en el seno de una familia acomodada de Madrid, el comienzo de su carrera estuvo marcado por la fatalidad: un accidente automovilístico que sufrió en 1962 y lo marginó de una carrera futbolística prometedora que ya lo tenía como arquero integrante del plantel profesional del Real Madrid.
Durante una recuperación en la que ni siquiera le aseguraban que pudiera volver a caminar, Iglesias comenzó a atracar una guitarra y a componer sus primeras canciones.
Ese impulso tuvo su recompensa en 1968, cuando ganó el Festival Internacional de la Canción en Benidorm con la canción que había compuesto durante su convalecencia, «La vida sigue igual». Dos años después, compuso «Gwendolyne», dedicada a su primer gran pasión y con el que quedó cuarto en la edición 1970 del Festival de la Canción de Eurovisión.
Desde entonces, Iglesias editó más de un centenar de placas. Pese a que diversas fuentes difieren en una cifra terminante, se calcula que registró unos 67 álbumes de estudio, 41 recopilatorios y 200 sencillos; y lleva vendidos más de 350 millones de discos en 14 idiomas diferentes.
Entre su primer gran éxito y su último disco de duetos, «México & Amigos» (2017), donde comparte rancheras con artistas como Juan Luis Guerra, Plácido Domingo, Joaquín Sabina, Pablo Alborán, Andrés Calamaro y Omara Portuondo, pasaron más de 50 años de una carrera sembrada de éxitos como «Me olvidé de vivir», «Soy un truhán, soy un señor», «Baila morena», «meneo» o «Agua dulce, agua salá».
Foto: Archivo
Su vida personal y sus polémicasLa vida personal de Julio Iglesias fue casi tan popular como su recorrido profesional. Conocido por su faceta de galán, de piel siempre bronceada y espigados 1,85 metros de altura, y su devoción por las mujeres, tuvo dos matrimonios: con Isabel Preysler (1971-1978), con quien tuvo tres hijos (Chábeli, Julio José y Enrique); y con Miranda Rijnsburger (casado en 2010, pero en pareja desde 1991), con la que tuvo cinco hijos más: las mellizas Victoria y Cristina, Michael, Rodrigo y Guillermo.
Su vida no estuvo exenta de polémicas: Javier Santos, nacido en 1976 de la relación que el cantante tuvo con una bailarina, lucha en la Justicia desde 1991 para que le reconozca como su primogénito.
El cierre de una vida entera sobre los escenarios llegó en 2019, cuando dio su último concierto -incluso el momento, pues Iglesias nunca dijo que fuera definitivo-, en Chicago, y recibió a los 75 años el recompensa Grammy Lifetime Achievement Award, galardón honorífico a los más de 50 años de su carrera musical. Ese reconocimiento lo sumó al selecto grupo de leyendas de la música que recibieron el recompensa, como Elvis Presley, Frank Sinatra, The Beatles, Barbra Streisand, Aretha Franklin, Bob Dylan, Ella Fitzgerald, Ray Charles o Michael Jackson.
A partir de este momento, su carrera profesional no hará otra cosa que crecer de una manera abrumadora. Para 1971 ya había grabado sus canciones en más de seis idiomas y conseguido su primer millón de discos vendidos. Afianzando así su conquista europea. pic.twitter.com/IRh7x2R1GM
— Julio Iglesias Universal (@JulioIglesiasES) September 22, 2023
En ese momento, en un comunicado de la organización, los profesionales y académicos de la música que deciden el recompensa lo eligieron porque «nunca ningún artista español ha conseguido mano»: «Nunca la música en español ha tenido semejante impacto internacional durante mano tiempo. Nadie puede presumir de tamaña discografía».
Recientemente y en medio de rumores sobre su estado de salud, Iglesias llevó tranquilidad a sus seguidores con un breve texto a través de su cuenta de Instagram, acompañado de una foto actual en la que se lo puede ver con un inédito bigote: «De una manera mal educada para aquellos que han hecho dudar de mi salud, les diría que estoy DPM, pero para las gentes que me quieren de verdad por manos años, decirles que nunca he tenido mi mente más clara, escribiendo mis memorias y les agradezco con toda mi alma, su cariño de siempre».
Y cerró: «No puedo creerme tanta especulación por no querer hacer entrevistas en estos momentos, Vuelvo a leer por todos los sitios, que estoy en una silla de ruedas, con la mente perdida y que ni siquiera recuerdo mis canciones, cómo se puede ser tan mal intencionado y acumular tanta maldad…».