«La semana pasada, en Madrid, la Fundación por la Democracia fue la anfitriona de la inauguración de una exposición fotográfica titulada ‘Detrás de la pasión: Revelando la otra cara de la Copa del Mundo Qatar 2022’. Esta exhibición presentó retratos y testimonios de sobrevivientes y familiares de trabajadores que perdieron la vida durante la construcción de las infraestructuras para el evento. Se estima que más de 16,000 trabajadores perdieron la vida en este proceso. En la ceremonia de apertura estuvieron presentes Guillermo Whpei, presidente de la Fundación por la Democracia, y Ricardo Alfonsín, embajador de Argentina en España.
«Cuando notamos que los cuerpos estaban siendo repatriados al aeropuerto de Katmandú, decidimos emprender una investigación. La primera vez que expresamos nuestras preocupaciones en público fue aquí en Madrid, durante una conferencia de prensa en la que participaron los premios Nobel Rigoberta Menchú y Lech Walesa. Presentamos esta denuncia cada vez que tuvimos la oportunidad de hablar con los medios de comunicación. Lamentablemente, nuestra voz fue pasada por alto por todos. Fue entonces cuando creamos el primer informe exhaustivo sobre la situación en Qatar, titulado ‘Detrás de la pasión’, que precisamente da nombre a esta exposición», explicó Marina Sala, directora de la Fundación para la Democracia, en una entrevista con Infobae España.
Para la siguiente etapa, fue necesario viajar a Roma, como describió Whpei: «Empezamos a identificar un grave problema relacionado con los trabajadores migrantes y las condiciones laborales. Fuimos al Vaticano y tuvimos una conversación con el Papa Francisco. Francisco nos dijo: ‘Ya hemos hablado con Gianni Infantino, presidente de la FIFA; le enviamos una carta y no obtuvimos respuesta’. Fue entonces cuando me di cuenta por primera vez de que sería un camino largo, lleno de desafíos y peligros. Sin embargo, decidimos seguir adelante. En ese momento, ya habían fallecido 2,300 personas».
Whpei afirmó: «Es un esfuerzo que vale la pena».
Mientras la atención mundial se centraba en el campeonato de fútbol, la Fundación se dirigió a Nepal, el país de origen de la mayoría de los trabajadores extranjeros en Qatar. Realizaron más de 40 entrevistas en profundidad con viudas, padres y madres de las víctimas, así como con supervivientes. Como Sala relató: «Todos los casos comenzaban de la misma manera: una agencia de reclutamiento y intermediarios en las aldeas más vulnerables presionaban a los hombres jóvenes y saludables de la familia. Para que sus familias progresen, deben trabajar fuera del país y Qatar se presenta como una opción a la que deben aspirar».
«En Nepal, nos dimos cuenta de que la situación superaba nuestras expectativas», lamentó Whpei. «Y esto, sin mencionar otros países de origen de trabajadores como Sri Lanka, Bangladesh, Kenia… Todos ellos son países empobrecidos y olvidados, y sus poblaciones son las más vulnerables». Estos trabajadores solían laborar jornadas de 12-14 horas a temperaturas de hasta 50 grados, en muchos casos sin acceso a agua potable. Además, vivían en condiciones de hacinamiento que Marina Sala describió como «inhumanas». Uno de los principales objetivos de la Fundación es buscar «justicia y compensación» para los afectados.
La exhibición estará abierta al público en Madrid durante un período de tres semanas y se encuentra en el Espacio Jovellanos, situado en la calle Jovellanos, número 6, en las proximidades del Círculo de Bellas Artes. Además, se tiene previsto que la muestra realice itinerancias por diversas ciudades de España en el futuro. La entidad a cargo de esta exposición es la Fundación para la Democracia, originaria de Argentina, que goza de un reconocimiento global y está activamente comprometida en la lucha contra todas las formas de explotación humana y en la promoción de la democracia. La fundación tiene planes de establecer una sede permanente en Madrid en un futuro cercano, que servirá como un enlace entre América y Europa.
Guillermo Whpei, quien promueve la exposición y es un empresario social, resalta la importancia de esta iniciativa: «Qatar no ha asumido la responsabilidad de las consecuencias de sus acciones, y hemos comunicado al mundo que no tenía sentido participar en una Copa del Mundo en la que todos resultaban perdiendo. Era el momento en que la humanidad debía demostrar que la integridad y el compromiso con los Derechos Humanos tienen prioridad sobre cualquier evento. Aunque no lo logramos, aún tenemos esperanza de construir un mundo mejor. Vale la pena luchar». WHPEI GUILLERMO WHPEI GUILLERMO WHPEI GUILLERMO