La tensión entre Estados Unidos y Guyana ha aumentado después de los anuncios del mandatario venezolano Nicolás Maduro de anexarse el Esequibo, territorio de 159.000 kilómetros cuadrados ubicado en el mapa de Venezuela, que contiene grandes riquezas de petróleo, oro, diamantes y madera. Estas noticias han encendido las alarmas del Consejo de Seguridad de la ONU, el Mercosur y el Caricom.
Ante esta situación, Estados Unidos decidió realizar maniobras aéreas en colaboración con la Fuerza de Defensa de Guyana, el pasado 7 de diciembre. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, calificó esta acción como una «infeliz provocación» y «otro paso en la dirección incorrecta».
Como respuesta, el presidente guyanés, Irfaan Alí, solicitó una reunión urgente al Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el conflicto entre Venezuela y Guyana. Durante la reunión, el ministro de Relaciones Exteriores guyanés, Hugh Todd, acusó a Venezuela de violar la Carta de las Naciones Unidas al intentar tomar el territorio.
El gobierno venezolano instó a los guyaneses a dejar su «errática, amenazante y riesgosa conducta». Por su parte, la comunidad caribeña de 16 países, Caricom, también se reunió para debatir el conflicto.
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, quien envió una tropa de 130 soldados y tanques blindados a su frontera con el Esequibo, pidió una salida pacífica en el conflicto para evitar una guerra. El Mercosur advirtió a Venezuela y se acercó a China frente a la UE. El presidente saliente de Argentina, Alberto Fernández, instó al Mercosur a hacer «todos los esfuerzos» para acercar a Venezuela y Guyana.
Analistas piensan que EEUU podría restaurar las sanciones y revocar la licencia especial de la petrolera Chevron que le permitió reanudar sus operaciones en Venezuela. Esto podría ser un gran revés para Maduro, quien se quedaría más aislado internacionalmente.
Sin embargo, existe la esperanza de que el conflicto se resuelva de forma pacífica. Estados Unidos y los países de la región deben hacer todos los esfuerzos para evitar una guerra y trabajar juntos para lograr una solución que beneficie a ambas partes. Es necesario que Venezuela y Guyana continúen dialogando, respetando los acuerdos internacionales, y buscando una solución que satisfaga a ambos países.