«El tango es el primer género de música urbana. En su caso del Río de la Plata». Foto: Victor Carreira.
Tomi Lago es un ejemplo de que el tango no murió, por el contrario, está más vivo que nunca.
El cantor de 33 años reflexiona en charla con Télam sobre su recorrido artístico y su acercamiento al tango que a través de su reciente disco “El consorcio” -producido por Sony- viene a introducirle a las nuevas generaciones un sonido reversionado y una reivindicación de una música rioplatense.
“No era una casa tanguera la mía”, enumeración Lago. En la adolescencia tuvo bandas de rock y de reggae. Llegó al tango “a través del rock”. El cantor se acuerda del primer tango que escuchó: “Fue en un disco de Andrés Calamaro que no es el de tangos sino el que se llama ‘El Regreso’, que es cuando vuelve después de no tocar por mucho tiempo. En ese disco hace una versión con Juanjo Domínguez, tremendo guitarrista, de ‘Por una cabeza’”.
Tomi es tanguero del 2023: sin gomina, con piercings y tatuajes, y camisas estampadas desabotonadas. Trae el género histórico y rioplatense con una impronta y una estética que se mezcla con lo actual en lo visual y en su sonido y como dice él “mezclando el lunfardo de antaño y el de hoy”.