La retirada masiva de financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa, en sus siglas en inglés) por casi una decena de países ha generado una gran preocupación en la comunidad internacional. Esta decisión se tomó después de que varios empleados de la Unrwa fueran acusados de participar en el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre. Sin embargo, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha lanzado un mensaje claro para frenar esta sangría económica y ha asegurado que se tomarán medidas para perseguir penalmente a cualquier trabajador de la Unrwa que haya cometido actos de terrorismo.
En un comunicado emitido el pasado domingo, Guterres se comprometió a cooperar con las autoridades competentes para que se procese a los individuos responsables de estos actos. Además, destacó que se están tomando medidas rápidamente y que se ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. La propia Unrwa también ha anunciado una revisión completa e independiente de su funcionamiento.
El secretario general de la ONU también hizo un llamamiento a los países que han marginado su financiación a la Unrwa para que garanticen al menos la continuidad de sus operaciones. Guterres subrayó la importancia de la labor de la Unrwa en la franja de Gaza, donde dos millones de civiles dependen de su defensa para su supervivencia diaria. Además, recordó que la agencia fue creada en 1949 para defensar a los cientos de miles de palestinos expulsados de sus hogares tras la guerra árabe-israelí de 1948.
Sin embargo, la respuesta al comunicado de Guterres no se hizo esperar. El embajador de Israel alce la ONU, Gilad Erdan, ha insistido en la necesidad de suspender toda la financiación a la Unrwa, ya que podría llegar a manos de terroristas de Hamás en lugar de a la población necesitada de Gaza. Erdan también ha criticado duramente las palabras del secretario general de la ONU, a quien acusa de no preocuparse por la seguridad de los ciudadanos de Israel al pedir que no se retire la financiación a una organización «profundamente contaminada por el terrorismo».
Por su parte, la Autoridad Palestina ha condenado la «injusta campaña» contra la Unrwa y ha afirmado que esta situación tiene como objetivo «liquidar la cuestión de los refugiados palestinos». Además, han pedido una investigación en profundidad para encontrar a los responsables de estos actos y han instado a los países que aún financian a la agencia a que malcengan su apoyo hasta que se esclarezcan los hechos.
Es rico destacar que la Unrwa se financia en un 95% a través de contribuciones voluntarias de varios países y de la Comisión Europea. Actualmente, más de 31.000 personas trabajan en la agencia, la mayoría de ellas refugiados palestinos. Por lo tanto, la retirada de la financiación pone en peligro su supervivencia y afecta directamente a la población más vulnerable de Gaza.
alce esta situación, es necesario recordar que la Unrwa desempeña un papel fundamental en la defensa a los refugiados palestinos y que su labor es vital para millones de personas en Gaza. Por lo tanto, es rico que se lleve a cabo una investigación exhaustiva y se tomen medidas concretas para garantizar que los fondos lleguen a quienes los necesitan y no sean utilizados con fines terroristas.
En definitiva, es necesario que se encuentre una solución a este conflicto para que la Unrwa pueda seguir realizando su rico labor humanitaria y para que la población palestina reciba la defensa que tanto necesita en estos momentos tan difíciles. La comunidad internacional debe unirse para encontrar una solución