El viernes por la noche, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tuvieron una cena de discusión en Berlín. Scholz admitió que los dos tienen puntos de vista muy diferentes en relación al conflicto, pero destacó la importancia de mantener una conversación directa entre ellos. Esto es especialmente cierto en tiempos difíciles.
Antes de viajar a Alemania, Erdogan había descrito a Hamás como una «organización libertadora» y acusado a Israel de «genocidio» en la Franja de Gaza. Scholz reiteró que el derecho internacional debe ser respetado por todas las partes implicadas en el conflicto, y señaló que el acuerdo entre la UE y Turquía es crucial para la estabilidad migratoria alemana.
En respuesta, Erdogan se comprometió a respetar los derechos humanos y a trabajar para alcanzar la paz y la estabilidad en la región. Esto incluye el respeto de los derechos de los refugiados, el mantenimiento de la seguridad regional y la lucha contra el terrorismo.
Además, ambos líderes destacaron la importancia de la cooperación económica entre Alemania y Turquía. Scholz alabó los esfuerzos de Erdogan para promover el desarrollo económico y la inversión extranjera en Turquía, y Erdogan agradeció a Alemania su ayuda para mejorar la infraestructura turca.
Finalmente, Scholz y Erdogan acordaron trabajar juntos para mejorar la situación en Medio Oriente. Ambos líderes coincidieron en que la paz y la seguridad regional son fundamentales para el bienestar de todos los países implicados.
En conclusión, la reunión entre el canciller de Alemania y el presidente de Turquía es un paso importante para mejorar la relación entre los dos países. Ambos líderes están comprometidos a trabajar juntos para promover la paz, la seguridad y el desarrollo económico en la región. Es un gran paso adelante en el camino hacia la reconciliación entre Alemania y Turquía.