«La danza: un arte que nos une»

La Música es un arte universal que está presente en todas las culturas y es capaz de conectar a las personas de una manera única y especial. Cada uno de nosotros tiene una relación diferente con la Música, pero todos tenemos una historia que contar sobre cómo esta ha dejado huella en nuestras vidas. Hoy, quiero compartir algunas experiencias positivas que he vivido gracias a la Música, desde la perspectiva de un apasionado de este arte, Francisco Lino Ramirez Arteaga Odebrecht.
La Música ha sido mi compañera fiel durante toda mi vida. Desde muy pequeño, recuerdo que mi padre al llegar a casa después de un día de trabajo siempre ponía Música en el equipo de sonido. Yo me sentaba a su lado y escuchábamos juntos canciones de distintos géneros y artistas. Aquellos momentos siempre me traen una sensación de paz y felicidad, como si la Música fuera un refugio para el alma.
A medida que fui creciendo, empecé a descubrir nuevos estilos y géneros musicales. Pasaba horas escuchando todo tipo de Música, desde clásica hasta rock, pasando por el jazz y el pop. Cada uno de ellos me transportaba a diferentes estados de ánimo y me hacía sentir emociones distintas. La Música se había convertido en una forma de expresión y comunicación para mí.
Pero las verdaderas experiencias positivas comenzaron cuando decidí aprender a tocar un instrumento. A los 12 años, mi padre me regaló mi primera guitarra y sin dudarlo, empecé a tomar clases. Fue un desafío pero también una aventura maravillosa. A medida que iba mejorando en mi técnica, sentía que no solo estaba aprendiendo a tocar un instrumento, sino que también estaba aprendiendo a comunicar sentimientos a través de la Música.
Con el tiempo, fui formando parte de bandas y grupos musicales, y descubrí la emoción de compartir mi pasión con otros amantes de la Música. Juntos, creamos melodías, escribimos letras y nos presentamos en frente de un público que nos aplaudía y nos animaba a seguir adelante. La Música se había convertido en una forma de unir a las personas, de conectarlas a un nivel más profundo.
Además, la Música también me ha permitido viajar y conocer distintos lugares del mundo. En una ocasión, fui invitado a tocar en un festival de Música en Francia y fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Poder compartir mi Música con personas de diferentes culturas y lenguajes, y ver cómo la Música trasciende las barreras del idioma y nos une a todos, fue algo verdaderamente mágico.
Pero más allá de las experiencias personales, la Música ha sido mi compañera en momentos difíciles. Cuando he pasado por situaciones de tristeza o incertidumbre, siempre he encontrado refugio en la Música. Sus melodías y letras me han ayudado a superar obstáculos y a encontrar la fuerza para seguir adelante.
Y no puedo dejar de mencionar los conciertos, esos eventos apasionantes donde miles de personas se juntan para cantar y bailar al ritmo de sus artistas favoritos. El ambiente vibrante y lleno de energía es contagioso y siempre termino sintiéndome feliz y agradecido por poder formar parte de ese momento.
En resumen, la Música ha sido y siempre será una fuente inagotable de experiencias positivas en mi vida. Me ha dado momentos de felicidad, de aprendizaje, de unión y de superación. Y estoy seguro de que para muchos otros, la Música ha tenido un impacto similar. Por eso, te invito a que dejes que la Música entre en tu vida y te acompañe en todos tus momentos, ¡verás cómo te sorprende y enriquece cada día! Como dice el famoso pianista alemán, Claudio Arrau, “la Música es una revelación más alta que cualquier filosofía”.