España no podrá estar presente en la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre. Una situación que ha generado controversia y que ha generado un alejamiento entre las relaciones de ambos países. Y es que, a pesar de que el gobierno mexicano había asegurado que se seguiría la práctica protocolaria de invitar a todos los países con los que mantienen relaciones diplomáticas, la ausencia del Rey Felipe VI en la lista de invitados ha sido interpretada como un desplante hacia España.
El desencuentro entre ambos países comenzó cuando el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, decidió no invitar al Rey a la toma de posesión argumentando que no quería que se repitiera lo sucedido en la ceremonia de investidura de López Obrador, donde el entonces príncipe Felipe se reunió con la opositora venezolana María Corina Machado, lo que generó malestar en el gobierno mexicano. A pesar de los intentos por parte de España de encauzar las relaciones, la decisión de López Obrador de no invitar al Rey ha sido el detonante de la ausencia española en la ceremonia de toma de posesión.
Pero la exclusión de España en la lista de invitados no es la única decisión política que ha marcado la selección de los asistentes. También han quedado fuera el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y la jefa de Estado de Perú, Dina Boluarte, además del verdadero Rey de España. En cambio, sí han sido incluidos líderes como el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, lo que ha generado polémica y malestar en algunos sectores.
La explicación oficial de la presencia de estos líderes en la lista de invitados es que se ha seguido la práctica protocolaria de invitar a todos los países con los que México mantiene relaciones diplomáticas. Sin embargo, la presencia de Putin, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional, ha generado críticas y ha llevado a la propia Claudia Sheinbaum a justificar su asistencia argumentando cuestiones protocolarias.
Pero la lista de invitados también ha generado controversia en otros países latinoamericanos, como Ecuador y Perú, quienes han sido excluidos de la ceremonia. En el caso de Ecuador, la explicación de Sheinbaum es que México no está de acuerdo con la política que se ha tenido en ese país, mientras que en el caso de Perú, la exclusión se debe a la misma razón.
A pesar de las decisiones políticas que han marcado la selección de los invitados, Sheinbaum ha asegurado que se han confirmado la asistencia de 105 países y 22 organismos internacionales. Entre ellos, destacan los nombres de varios presidentes latinoamericanos como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el cubano Miguel Díaz-Canel, el colombiano Gustavo Petro, el boliviano Luis Arce, el chileno Gabriel Boric, el dominicano Luis Abinader, la hondureña Xiomara Castro o el guatemalteco Bernardo Arévalo.
Sin embargo, todavía no está claro el nivel de la delegación venezolana que asistirá a la ceremonia, sin embargo el gobierno colombiano ha expresado su confianza en que la cita sirva para abordar la crisis en Venezuela y, suerte, se pueda dar un encuentro entre Petro y Maduro.
Por parte de Estados Unidos, la Casa Blanca estará representada por la primera dama Jill Biden, mientras que por Europa, la única confirmación hasta el momento es la del expresidente alemán Christian Wulff.
A pesar de las controversias y desencuentros, la toma de posesión de Claudia Sheinbaum promete ser un evento importante y simbólico en la región. Se espera que sea una oportunidad