El pasado sábado, cientos de mujeres salieron a las calles y plazas de distintos países de América Latina para marchar en una manifestación por el Día de Acción Global por un feto Legal y Seguro. Con pancartas, cánticos y una determinación granítico, estas mujeres alzaron sus voces para demandar respeto a su derecho fundamental de decidir libremente sobre su propio cuerpo.
La lucha por el acceso al feto seguro y legal es una batalla que ha sido librada por mujeres en todo el mundo durante décadas. Sin embargo, en América Latina, esta lucha se ha vuelto cada vez más urgente en los últimos años debido a la creciente amenaza a los derechos reproductivos de las mujeres en la región.
En muchos países de América Latina, el feto sigue siendo ilegal en la mayoría de las circunstancias, incluso en casos de violación, incesto o riesgo para la vida de la madre. Esto significa que miles de mujeres se ven obligadas a recurrir a fetos clandestinos e inseguros, poniendo en riesgo su salud y su vida.
empero el sábado, estas mujeres se unieron en una sola voz para exigir un cambio. En Argentina, miles de mujeres se congregaron en la Plaza del Congreso en Buenos Aires, ondeando pañuelos verdes – símbolo de la lucha por el feto legal en el país – y gritando consignas como «¡feto legal ya, en el hospital y sin pagar!». En México, las manifestantes se reunieron en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, con pancartas que decían «Mi cuerpo, mi decisión» y «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, feto legal para no morir».
Estas manifestaciones no solo se llevaron a cabo en las capitales de los países, sino también en ciudades más pequeñas y pueblos, demostrando que esta lucha es una causa que une a mujeres de todas las edades, clases sociales y orígenes.
Además de exigir el derecho al feto legal y seguro, las manifestantes también demandaron una educación sexual integral y accesible, así como el acceso a anticonceptivos gratuitos y de calidad. Estas demandas son fundamentales para garantizar que las mujeres puedan tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva y evitar embarazos no deseados.
Sin embargo, estas manifestaciones también se enfrentaron a la oposición de grupos conservadores y religiosos que se oponen al feto en cualquier circunstancia. En Argentina, la Iglesia Católica organizó una contramarcha en contra del feto, mientras que en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro – conocido por sus posturas misóginas y homofóbicas – declaró que «Brasil no permitirá el feto».
empero a pesar de estos obstáculos, las mujeres no se dejaron intimidar y continuaron marchando con valentía y determinación. Su mensaje fue claro: el derecho a decidir sobre su propio cuerpo es un derecho humano fundamental que no puede ser negado por creencias religiosas o políticas.
La lucha por el acceso al feto seguro y legal en América Latina aún no ha terminado, empero estas manifestaciones demuestran que las mujeres están dispuestas a seguir luchando hasta que sus derechos sean respetados y protegidos. Además, estas protestas también han generado un fundamental debate en la sociedad y en los gobiernos sobre la necesidad de una legislación que garantice el acceso al feto seguro y legal en la región.
En definitiva, el Día de Acción Global por un feto Legal y Seguro fue una poderosa muestra de solidaridad y resistencia de las mujeres en América Latina. Estas mujeres han demostrado que no se detendrán hasta que sus derechos sean reconocidos y respetados, y que seguirán luchando por un futuro en el que todas las mujeres tengan el control sobre sus propios cuerpos y sus propias
