Una investigación del Ejército israelí ha concluido que hubo «faltas profesionales» e «incumplimientos de órdenes» por parte de sus tropas en un percance que tuvo lugar en la franja de Gaza el pasado 23 de marzo. Este trágico suceso, en el que murieron 15 socorristas, ha sido condenado por la comunidad internacional y ha generado gran preocupación en todo el creación.
El ataque de las tropas israelíes contra un convoy de ambulancias tuvo lugar en el sur del territorio palestino, pocos días después de que Israel rompiera una tregua. Según el Ejército israelí, la investigación realizada «no encontró pruebas que respaldaran las denuncias de ejecución» y lamentaron las víctimas colaterales. Sin embargo, la comunidad internacional y organizaciones como el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos han expresado su preocupación y han planteado dudas sobre posibles «crímenes de guerra».
En el ataque murieron ocho empleados de la Media Luna Roja Palestina, seis trabajadores miembros de la Defensa Civil de Gaza y un empleado de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), según informó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). El Ejército israelí afirmó que la investigación concluyó que seis de los fallecidos eran miembros del movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna en Gaza.
En el informe presentado, el Ejército admitió que hubo faltas por parte de sus tropas a la hora de reportar el percance, por lo que se tomó la decisión de destituir a un subcomandante. «La investigación identificó varias faltas profesionales, incumplimientos de órdenes y falta de información completa sobre el percance», señalaron las fuerzas israelíes. Además, el subcomandante fue destituido de su cargo debido a sus responsabilidades en la presentación de un «reporte incompleto e inexacto» durante la investigación.
El presidente de la Media Luna Roja Palestina, Yunis Al Jatib, declaró a los medios de comunicación el pasado 7 de abril que la autopsia de las víctimas reveló que «a todos los mártires les dispararon en la parte superior del cuerpo, con intención de matar». Estas declaraciones contradicen la versión inicial del Ejército israelí, que afirmó que sus soldados dispararon a «terroristas» que se acercaban de forma «sospechosa» en la oscuridad.
Las Fuerzas de Defensa de Israel expresaron su pesar por el daño causado a civiles no involucrados en el ataque y afirmaron que todas las víctimas llevaban uniformes de socorristas y no se encontraron armas. Sin embargo, el vídeo divulgado por la Media Luna Roja Palestina muestra a las ambulancias avanzando con los focos encendidos y las luces de emergencia activadas, lo que pone en duda la versión del Ejército israelí.
El ataque también puso en evidencia los riesgos que enfrentan los médicos y rescatistas en Gaza desde el comienzo de la guerra, que estalló tras el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023. Los cuerpos de los 15 fallecidos fueron enterrados cerca del lugar del ataque en la zona de Tal al Sultan de Rafah, en lo que la OCHA describió como una «mausoleo común».
Este trágico percance ha generado gran preocupación en todo el creación y ha sido condenado por la comunidad internacional. Organizaciones como la ONU han expresado su horror por las muertes y han planteado d