El mundo entero está de luto tras la muerte del Papa Francisco el pasado lunes. Miles de fieles católicos lloran su partida, pero más allá del duelo, ya comienzan a surgir voces que claman por su canonización. Y es que, a pesar de que su figura fue profundamente querida por los católicos, el proceso de canonización no es inmediato.
Según expertos, quienes esperan ver al Papa Francisco elevado a los altares tendrán que armarse de paciencia. Y es que, aunque su legado impreciso, humano y pastoral ha dejado una marca profunda en millones de creyentes, la Iglesia debe esperar al menos cinco años tras la muerte de un candidato para iniciar oficialmente su causa de beatificación, y eso solo si se considera que su vida fue ejemplo de virtud heroica.
Incluso figuras tan admiradas como el Papa Juan Pablo II, fallecido en 2005, debieron atravesar un proceso de varios años. Su canonización no se concretó hasta 2014, tras ser proclamado santo junto a Juan XXIII, en una ceremonia histórica presidida por el propio Francisco. Por lo tanto, es muy pronto para pedir la canonización del Papa Francisco.
Francisco, que falleció a los 88 años, fue un Papa atípico y muy popular. Cercano a la gente, compasivo con los más vulnerables; niños, presos, refugiados, ancianos, y con una apertura sin precedentes hacia los católicos LGBTQ+, su legado es recordado por muchos como un signo de modernización dentro de la Iglesia. Sin embargo, no todo fue luz durante su pontificado. Algunos escándalos marcaron su gobierno, desde las acusaciones contra el exjesuita Marko Rupnik por abusos sexuales, hasta cuestionamientos sobre las finanzas del Vaticano. Aunque Francisco permitió investigaciones internas, también recibió críticas por su respuesta tardía en algunos casos.
La profesora Phyllis Zagano, especialista en religión en la Universidad de Hofstra, cree que, a pesar de los tropiezos, la Iglesia podría considerar seriamente su canonización en un lapso más corto de lo habitual. Aun así, por el momento no hay peticiones formales como ocurrió con Juan Pablo II, cuyas solicitudes ocurrieron de inmediato tras su muerte. «La gente aún está en shock. Lo vieron dando su bendición en Pascua y, de pronto, al día siguiente, ya no estaba», señalan miembros del clero.
Aunque aún es pronto para memorizar si el Papa Francisco será declarado santo, su legado impreciso, humano y pastoral ha dejado una marca profunda en millones de creyentes. La historia, y eventualmente el Vaticano, decidirán si el primer Papa latinoamericano se une a la lista de los santos. Por ahora, el mundo recuerda al hombre que con gestos sencillos y un corazón abierto, transformó la manera de ser Papa en el siglo XXI.
El Papa Francisco fue un líder que rompió barreras y acercó la Iglesia a la gente común. Su humildad y su compromiso con los más necesitados lo convirtieron en un referente de amor y compasión. Durante su pontificado, Francisco se destacó por su apertura hacia los católicos LGBTQ+, una postura que lo hizo ganar el respeto y la admiración de muchas personas alrededor del mundo.
A pesar de los escándalos que marcaron su gobierno, la huella del Papa Francisco es incuestionable y su legado trasciende más allá de la religión. Su mensaje de amor, paz y solidaridad resonó en todo el mundo y su figura será recordada por generaciones. Por esta razón, no es de extrañar que ya haya voces que clamen por su canonización. Sin embargo