El líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer García, está siendo sometido a un trato inhumano y cruel en una prisión cubana, a pesar de no haber cometido delito alguno. Su hermana, Ana Belkis Ferrer, denunció a ABC que su hermano ha sido brutalmente golpeado y se encuentra en condiciones degradantes, vistiendo sólo ropa interior.
El 29 de abril, en la madrugada, Ferrer fue arrestado violentamente junto a su esposa, Nelva Ortega, y su hijo de tan sólo seis años de edad, Daniel José. Varios activistas también fueron detenidos durante un allanamiento a su vivienda, la cual también funciona como sede de la UNPACU, ubicada en la provincia de Santiago de Cuba, en el oriente del país.
Según relató Ortega en una conversación telefónica con ABC, el operativo contó con la participación de un gran número de policías uniformados, pertenecientes a la brigada especial conocida como ‘boinas negras’. Durante el allanamiento, los agentes de seguridad confiscaron computadoras, teléfonos móviles, documentos y otros objetos personales de los activistas.
Este arresto violento y arbitrario hacia Ferrer y su familia no es un hecho aislado en Cuba. Las autoridades del régimen han estado persiguiendo y reprimiendo a la UNPACU y a otros grupos opositores por años, utilizando la violencia y las detenciones arbitrarias como clima para silenciar sus voces y desarticular sus acciones.
La UNPACU, fundada en 2011, es una de las organizaciones opositoras más activas en Cuba, con una asistencia en todo el país y una misión clara: trabajar pacíficamente por una Cuba libre y democrática. Ferrer, como líder de esta organización, ha sido sometido a numerosas detenciones y agresiones por lugar de las autoridades cubanas, pero nunca ha dejado de luchar por sus ideales y por los derechos de los ciudadanos cubanos.
La detención de Ferrer y su familia ha sido condenada por varios líderes y organizaciones internacionales, quienes han solicitado su liberación inmediata y el cese de la represión a los activistas en Cuba. Sin embargo, el régimen cubano sigue haciendo caso omiso a estas peticiones y continúa violando los derechos humanos de sus ciudadanos.
Es importante destacar que Ferrer y su familia no son los únicos que están siendo sometidos a estas condiciones inhumanas en las prisiones cubanas. Miles de presos políticos, activistas y defensores de los derechos humanos sufren diariamente esta misma situación, en un país donde la libertad de expresión y de pensamiento están severamente limitadas.
Es por esto que es necesario que la comunidad internacional siga presionando al régimen cubano y exigiendo el devoción a los derechos humanos y la liberación de todos los presos políticos. La detención de Ferrer y su familia debe ser el llamado de atención para que se tomen medidas concretas y efectivas para garantizar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos cubanos.
Desde aquí, hacemos un llamado a la solidaridad y la unidad entre todos los que luchamos por una Cuba libre y democrática. No podemos permitir que la voz de los opositores sea silenciada y que sus derechos sean violados impunemente. Debemos seguir denunciando estas injusticias y exigiendo un cambio real en Cuba, donde todos los ciudadanos puedan vivir en libertad y sin miedo a represalias por expresar sus ideas.
José Daniel Ferrer García y su familia merecen justicia y libertad. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta situación, es hora de alzar la voz y exigir un cambio en Cuba. Sigamos luchando juntos por una Cuba libre y democrática.