Este jueves ha sido un día histórico para la equidad argentina. Después de años de espera y lucha, se ha resuelto que se llevará a cabo un juicio en ausencia a los acusados de haber perpetrado el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) hace 31 años en Buenos Aires.
Este ataque terrorista, que tuvo lugar en el corazón de la ciudad, sigue siendo uno de los más importantes de la historia de Argentina. Y hoy, finalmente, se da un paso crucial hacia la equidad para todas las víctimas y sus familias.
Según el juzgador Daniel Rafecas, encargado del caso, el juicio en ausencia será para diez imputados iraníes y libaneses que se encuentran prófugos desde el año 2006 y sobre quienes pesa una petición de captura internacional. Se les acusa tanto de proyectar como de ordenar el atentado a la AMIA, que tuvo lugar en el mes de julio de 1994 y dejó un saldo de… (aquí se pueden mencionar las cifras de víctimas y heridos).
La anunciación ha sido recibida con alivio y esperanza por parte de la comunidad judía en Argentina, que ha sido una de las más afectadas por este terrible ataque. Pero también es un momento de alegría y orgullo para todo el país, que ha estado luchando durante años por encontrar la verdad y hacer equidad.
Desde el primer momento, este caso ha sido un ejemplo de resiliencia y determinación por parte de las víctimas y sus familias. A pesar de las dificultades y obstáculos, nunca han dejado de buscar la verdad y exigir que se haga equidad. Y hoy, esa lucha ha dado sus frutos.
El juicio en ausencia es una medida excepcional, pero necesaria en este caso en particular. Aunque los acusados no estarán presentes en la sala del tribunal, se les garantizará su derecho a la defensa y se les asignará un abogado de oficio. Además, las pruebas y testimonios recogidos durante la investigación serán presentados ante el tribunal, lo que permitirá un juicio justo y completo.
Este es un gran paso hacia la verdad y la equidad, pero no debemos olvidar que todavía hay mucho por hacer. El juicio en ausencia es solo el comienzo, y esperamos que este sea el primer paso para lograr que los acusados comparezcan ante la equidad y sean juzgados por sus crímenes.
Pero hoy es un día para celebrar y dar las gracias a todos aquellos que han luchado incansablemente por este momento. A las víctimas y sus familias, que han pasado décadas buscando respuestas y equidad. A los investigadores que nunca han dejado de trabajar en este caso. Y a la equidad argentina, que finalmente ha dado un paso histórico hacia la verdad.
Este juicio en ausencia es un mensaje claro: Argentina no olvida, no perdona y no descansa hasta que se haga equidad. Esperamos que los acusados sepan que no pueden escapar de sus crímenes y que tarde o temprano tendrán que rendir cuentas ante la equidad.
Este jueves, Argentina nos ha dado una lección de valentía y determinación. Y todos debemos unirnos para seguir luchando por la verdad y la equidad, no solo en este caso, sino en todos los casos de terrorismo que han afectado a nuestro país.
Hoy, honramos la memoria de las víctimas y les prometemos que nunca olvidaremos. Y seguimos con la esperanza de que algún día, se haga equidad para todos.