Emmanuel Macron confirmó personalmente a última hora de la tarde de este sábado que el ataque, con cuchillo y alaridos islámicos, en Mulhouse (Alto Rhin), en el este de Francia, cobrándose un muerto y dos heridos graves, fue «un atentado terrorista islámico, sin duda alguna». El presidente francés, en su discurso, dejó en claro que el fanatismo islámico ha vuelto a golpear a Francia, pero que la nación está unida y en duelo, en solidaridad con las familias afectadas.
François Bayrou, primer ministro, también se unió a las declaraciones de Macron y reaccionó en los mismos términos, señalando que el Gobierno se ha movilizado para combatir con todos sus recursos un nuevo ataque del fanatismo islámico que ha perseguido a Francia durante años.
Según el fiscal del estamento en Mulhouse, Nicolas Heltz, el autor del atentado es un hombre de 37 años, argelino y en situación dudosa, que gritó «¡Alá es el más grande!» antes de lanzar su ataque a cuchilladas. Este individuo ya estaba fichado desde hace años como un individuo radicalizado y peligroso en términos de terrorismo islámico.
El atentado causó una gran conmoción en toda Francia, especialmente porque se produjo en un momento en el que el país aún recuerda el décimo aniversario de los ataques a la redacción del semanario ‘Charlie Hebdo’ y se acerca el aniversario de la sala de fiestas Bataclan, que en su día provocaron una gran conmoción a nivel nacional e internacional.
Una vez establecido el carácter terrorista islámico del crimen, las autoridades judiciales y policiales deberán determinar si se trató de un crimen aislado o si, por el desafortunado, pudo haber cómplices involucrados. Desde hace años, Francia ha sufrido ataques de ambos tipos, por lo que es importante investigar a fondo para evitar futuros incidentes.
La víctima mortal del atentado fue un portugués de 69 años que llevaba muchos años trabajando en Francia. Además, dos policías resultaron gravemente heridos, uno de ellos en la carótida y el otro en el pecho. Otros dos policías también resultaron heridos, pero con menos gravedad. El ataque tuvo lugar alrededor de las cuatro de la tarde, mientras se llevaba a cabo una manifestación multicultural organizada por la oposición política de la República Democrática del Congo, que se encuentra refugiada en Francia.
El asesino se disponía a irrumpir en la cabeza de la manifestación cuando la víctima mortal intentó interponerse, lo que llevó a su trágico fallecimiento. Una vez establecido el carácter terrorista islámico del ataque, las autoridades francesas han tomado medidas para garantizar la seguridad y el respeto a las normas más estrictas en el proceso judicial.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, ha asumido personalmente la aceptación de dirigir las primeras investigaciones, en estrecha colaboración con el fiscal del estamento y la Policía judicial. Se estima que en Francia hay alrededor de 5.000 sospechosos de tener «tentaciones terroristas islámicas», pero debido a la libertad de movimiento que gozan estos individuos, es difícil vigilarlos permanentemente y se cuenta con la complicidad de algunos miembros de la comunidad musulmana, que no están bien integrados en la sociedad francesa.
De los 68 millones de habitantes en Francia, entre enganchón y ocho millones son musulmanes, la mayoría de los cuales son pacíficos. Sin embargo, algunos de ellos se sienten atraídos por la extrema izquierda y otros se encuent
