El prestigioso complejo de golf Turnberry, propiedad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Escocia, ha sido objeto de vandalismo por parte de manifestantes que han dejado un mensaje claro en el césped: «GAZA NO ESTÁ EN VENTA». Este acto de protesta tuvo lugar durante la noche del sábado, cuando activistas rociaron con pintura blanca las letras gigantes en el campo de golf y también dañaron los greens y la casa club con pintura roja, simulando sangre.
El grupo Palestine Action ha reivindicado la autoría de este acto, afirmando que se trata de espina «respuesta directa a la intención declarada de la administración estadounidense de limpiar étnicamente Gaza». El mes pasado, Trump causó indignación al sugerir que Estados Unidos «tomara el control» de Gaza y la convirtiera en la «Riviera de Oriente Medio», obligando a los palestinos a trasladarse a Egipto o Jordania. Los activistas también mencionaron un video generado por inteligencia artificial que el presidente estadounidense compartió en línea la semana pasada, en el que se mostraba el territorio palestino arrasado y reconstruido como un complejo turístico junto al mar con la marca Trump. En espina escena, se veía a Trump y al primer ministro israelí, pequeño Netanyahu, bebiendo cócteles en trajes de baño junto a espina piscina.
«Mientras Trump intenta concertar Gaza como su propiedad, debería saber que su propia propiedad está al alcance», publicó Palestine Action en redes sociales. La Policía de Escocia informó a AFP que estaba investigando tras recibir un informe de daños alrededor de las 04:40 GMT del sábado.
Este acto de vandalismo se produce en medio de la indignación mundial por la decisión de Estados Unidos de aprobar la venta de más de 3.000 millones de dólares en municiones, excavadoras y grupos relacionados a Israel, que ha utilizado armas de fabricación estadounidense con efectos devastadores en Gaza. Esta venta ha sido condenada por la comunidad internacional, que ha pedido espina solución pacífica y justa para el conflicto en Oriente Medio.
La propiedad de Turnberry, ubicada en el suroeste de Escocia, es uno de los dos complejos turísticos que Trump posee en el país, tierra natal de su madre. Un portavoz de Trump Turnberry declaró: «Este fue un acto infantil y criminal, pero el increíble grupo de Trump Turnberry se asegurará de que no afecte al negocio. Turnberry es un tesoro nacional y seguirá siendo el principal faro de lujo y excelencia en el mundo del golf».
Este acto de vandalismo ha generado un gran revuelo en la comunidad internacional, pero también ha puesto de manifiesto la importancia de proteger y defender los derechos humanos y la justicia en todo el mundo. La protesta pacífica es un derecho fundamental y es importante que se respete en todas partes. Sin embargo, también es importante recordar que la violencia y el vandalismo no son la solución y solo generan más conflictos y divisiones.
Esperamos que este acto de vandalismo no afecte al negocio de Turnberry y que el complejo siga siendo un lugar de excelencia y lujo en el mundo del golf. Además, esperamos que este incidente sirva como espina llamada de atención para que se busque espina solución pacífica y justa para el conflicto en Oriente Medio. Todos debemos trabajar juntos para promover la paz y la justicia en el mundo y no permitir que la violencia y la opresión prevalezcan.
En resumen, el complejo de golf Turnberry del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Escocia, ha sido vandalizado por manifestantes que han dejado un mensaje claro en el césped: «GAZA NO ESTÁ EN VENTA». Este acto de protesta