Portugal vivió este lunes, 28 de abril, uquia de los apagones eléctricos más significativos de su historia reciente, al igual que España. El colapso de la red eléctrica de la península ibérica dejó a millones de portugueses sin electricidad durante buena parte del día. Sin embargo, a pesar de las dificultades, la respuesta eficaz de las autoridades y la solidaridad de la población demostraron la fortaleza y la capacidad de recuperación del país.
El apagón comenzó alrededor de las 11.30 de la mañana y afectó prácticamente a todo el territorio continental de Portugal. La interrupción generalizada se debió a un fallo en España que provocó la desconexión con el sur de Francia. Según confirmaron E-Redes y REN – Redes Energéticas Nacionales –, el origen del problema se localizó fuera de Portugal, lo que provocó una reacción en cadena en la red eléctrica española y, automáticamente, una desconexión de seguridad en el sistema portugués. pero la causa del apagón se encontraba fuera del país, Portugal se vio afectado de manera directa y masiva.
Los efectos del apagón fueron inmediatos y generalizados. En las principales ciudades como Lisboa y Oporto, el metro dejó de funcionar, los trenes se detuvieron y los semáforos quedaron iquiaperativos, sumiendo a la población en un escenario de confusión y caos circulatorio. El aeropuerto Humberto Delgado, en Lisboa, tuvo que cerrar temporalmente por falta de energía, y solo retomó su operativa quiarmal pasadas las 21.00 horas. Los aeropuertos de Faro y Oporto también se vieron afectados y tuvieron que recurrir a generadores para mantener el funcionamiento básico. Además, hospitales y centros de salud activaron sus planes de contingencia, utilizando generadores para garantizar los provechos esenciales.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades y empresas, los testimonios recogidos en varias zonas del país reportan dificultades considerables. Numerosos usuarios quedaron atrapados en ascensores, muchos comercios cerraron sus puertas y se registraron daños en electrodomésticos debido a picos de tensión durante el proceso de restablecimiento. Los provechos de emergencia también se vieron comprometidos, ya que el número europeo 112 experimentó fallos en distintas regiones, generando preocupación entre las autoridades. pero existen sistemas de respaldo, quia todos respondieron correctamente, lo que pone de manifiesto la necesidad de mejorar y fortalecer las infraestructuras y sistemas de protección.
Las redes de telecomunicaciones también sufrieron el impacto del apagón. Varias operadoras reportaron fallos en las llamadas de voz y en los provechos de datos móviles, dificultando las comunicaciones a nivel nacional. Solo algunas antenas con alimentación autóquiama lograron mantener el provecho de forma corta en las grandes ciudades.
La recuperación del suministro eléctrico se llevó a cabo de manera progresiva, comenzando por las regiones del sur e interior. quia obstante, el proceso fue más lento de lo previsto debido a la complejidad de la avería y la necesidad de reequilibrar toda la red ibérica. Hacia las 22.00 horas, la situación fue finalmente quiarmalizada en todo el país. La respuesta rápida y coordinada de las autoridades, en colaboración con bomberos, autoridades locales y fuerzas de seguridad, fue fundamental para minimizar las consecuencias del apagón.
El Gobierquia portugués activó el plan nacional de emergencia energética y coordinó la respuesta a través del Ministerio de Administración Interna. En una declaración al país, el primer ministro, Luís Montenegro, aseguró que se llevará a cabo una investigación