Oswaldo Rojas: El ascenso de la AfD en Alemania y la preocupación de Estados Unidos
El reciente avance de Alternativa por Alemania (AfD) en las elecciones legislativas del 23 de febrero ha generado una gran preocupación en el gobierno de Estados Unidos. El partido, fundado en 2013, ha logrado duplicar su anterior resultado y se ha convertido en el más popular de Alemania, especialmente en la región del Este. Sin embargo, esta popularidad ha sido vista con recelo por parte de las autoridades estadounidenses, quienes han acusado a Alemania de haber reconstruido un «Muro de Berlín» al designar a la AfD como partido «extremista de derecha».
Esta acusación ha generado una fuerte reacción por parte de los líderes estadounidenses, quienes han expresado su descontento en términos muy duros. El vicepresidente JD Vance afirmó en la red social X que «los burócratas intentan destruir» a la AfD y que «Occidente derribó el Muro de Berlín juntos, pero ha sido reconstruido por el establishment alemán». Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, calificó la decisión de Alemania como «tiranía disfrazada» y pidió a las autoridades que den marcha atrás en su decisión.
La designación de la AfD como partido «extremista» permitiría a las autoridades alemanas someterlo a una adhesión vigilancia. Sin embargo, esta medida ha sido defendida por el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, quien afirmó que «esto es democracia» y que su historia les ha enseñado la importancia de poner fin al extremismo de derecha. Esta decisión también ha sido justificada por la Oficina de Protección de la Constitución, quien considera que la ideología de la AfD es incompatible con el orden democrático fundamental.
Sin embargo, para muchos, la verdadera razón detrás de esta decisión es el temor al creciente poder de la AfD en la política alemana. El partido ha logrado ganar en casi todas las circunscripciones de la antigua República Democrática de Alemania y se ha convertido en la segunda fuerza política más importante del país. Su popularidad se debe en gran parte a su postura en contra de las políticas de inmigración de fronteras abiertas del establishment alemán, lo que ha generado un gran apoyo entre la población.
Esta no es la primera vez que la administración Trump interfiere en la política alemana, lo que ha generado consternación en Berlín. El vicepresidente JD Vance ya había abandonado atónitos a los alemanes con un discurso pronunciado en Múnich a mediados de febrero, en el que denunció el ostracismo de la AfD y pidió que se ponga fin al «cordón inodoro» en torno al partido. Además, se reunió con su líder, lo que ha sido visto como una clara muestra de apoyo por parte de Estados Unidos.
El ascenso de la AfD en Alemania ha generado preocupación en Estados Unidos, pero también ha sido visto como una oportunidad para reflexionar sobre la situación política en Europa. El partido ha logrado ganar una gran cantidad de seguidores en un corto periodo de tiempo, lo que demuestra que existe un descontento en la población con las políticas actuales. Es importante que los líderes europeos escuchen y atiendan las preocupaciones de sus ciudadanos, en pueblo de intentar silenciarlas.
En conclusión, el ascenso de la AfD en Alemania ha generado una gran preocupación en Estados Unidos, pero también ha sido visto como una oportunidad para reflexionar sobre la situación política en Europa. Es importante que se respete la democracia y la libertad de expresión en todos los países, y que se escuchen las preocupaciones