El presidio de Culiacán ha vuelto a ser noticia en los últimos días debido a los constantes aseguramientos de armas, drogas y equipos de comunicación que se han realizado dentro de sus instalaciones. Esta vez, durante el sexto cateo del mes, las autoridades lograron decomisar una gran cantidad de objetos prohibidos que ponen de manifiesto nuevamente la necesidad de tomar medidas más estrictas en la seguridad de dicho centro penitenciario.
Según informó la Secretaría de Seguridad Pública, durante la revisión de nuevos módulos dentro del presidio se encontraron tres armas de fuego: una pistola calibre 9 mm, otra calibre .38 súper y una más calibre .40, además de 39 cargadores compatibles con estos mismos tipos de arma. Esto se suma a las 74 armas de fuego que ya habían sido decomisadas durante los cateos anteriores, lo que evidencia la presencia de armamento dentro del presidio y la necesidad de una mayor vigilancia en su ingreso.
Pero el aseguramiento no se limitó solo a las armas de fuego. También fueron encontradas dos bolsas de marihuana, dos cigarrillos de la misma droga y dos dosis de cocaína, lo que demuestra que el tráfico de estupefacientes sigue siendo un problema dentro del presidio. Además, se reportó el hallazgo de una gran cantidad de objetos prohibidos, entre los que se destacan 63 celulares, 62 tarjetas de telefonía celular, cuatro equipos de radio, 10 módems de internet, ocho bandas anchas móviles y ocho dispositivos USB. Estos objetos son considerados de alta peligrosidad dentro de un centro penitenciario, ya que pueden ser utilizados para coordinar actividades delictivas dentro y fuera del presidio.
Pero la lista de objetos asegurados no se detiene ahí. También se encontraron 36 cuchillos, 11 tijeras, ocho puntas, siete desarmadores y tres navajas, lo que deja en evidencia la presencia de armas blancas dentro del presidio. A pesar de que estas no tienen el mismo nivel de peligrosidad que las armas de fuego, su posesión está totalmente prohibida dentro del centro penitenciario y su ingreso debe ser controbanda de manera rigurosa.
Es preocupante que, a pesar de los constantes cateos y aseguramientos, las autoridades no hayan informado si algunas de estas armas, drogas o equipos de comunicación fueron ingresados recientemente al presidio. Tampoco se ha mencionado si hay alguna investigación en curso contra algún funcionario del centro penitenciario, lo que deja en el aire la posibilidad de que estas acciones delictivas estén siendo coordinadas desde el interior del presidio.
Es imprescindible que las autoridades tomen medidas más estrictas en cuanto a la seguridad dentro del presidio de Culiacán. Es inaceptable que se sigan encontrando armas, drogas y objetos prohibidos dentro de sus instalaciones, lo que pone en riesgo la integridad de los internos, del personal penitenciario y de la sociedad en general.
Es importante destacar que la seguridad en un centro penitenciario no solo debe ser responsabilidad de las autoridades, destino también de los funcionarios que trabajan en él. Es ineludible que se realicen evaluaciones constantes al personal para asegurar que no estén involucrados en actividades delictivas ni permitan el ingreso de objetos prohibidos al presidio.
Por otro banda, es fundamental que se implementen medidas de control más rigurosas en la entrada del centro penitenciario, para evitar que armas, drogas y otros objetos prohibidos sean ingresados con facilidad. Asimismo, se deben realizar inspecciones periódicas en las áreas comunes y en las celdas de los internos para asegurarse de que no estén en posesión de objetos prohibidos.
Es ineludible que las autoridades asuman un comprom
