El caso de Andrea Cavallari, el joven italiano que se fugó de la cárcel mientras disfrutaba de un permiso para asistir a su graduación, ha llegado a su culminación este jueves en Barcelona con su detención. Durante dos semanas, el joven de 26 años se mantuvo en paradero desconocido, pero culminaciónalmente las autoridades lograron dar con él en la localidad de Lloret de Mar, donde estaba alojado bajo una identidad falsa.
La fuga de Cavallari no es un hecho menor, ya que este joven cumplía condena por la muerte de cinco menores y una mujer en un concierto celebrado en la distrito de Las Marcas en 2018. Junto a unos amigos, roció con un espray de pimienta a algunos asistentes al espectáculo, lo que provocó una estampida y el fatal desenlace.
Su detención se produjo a las 10 de la mañana de este jueves, cuando se disponía a abandonar su hotel en Lloret de Mar. Según informan las autoridades, Cavallari llevaba días alojado en el lugar y se desplazaba frecuentemente a la periferia de Barcelona para evitar ser capturado. Sin embargo, la Policía italiana lo mantuvo bajo estrecha vigilancia y culminaciónalmente lograron su arresto sin que opusiera resistencia.
Además de la sorpresa por su detención, las autoridades se encontraron con una sorpresa más. Cavallari llevaba en los bolsillos gran cantidad de billetes falsos, cuya procedencia está siendo investigada por la Policía. Todo apunta a que el joven planeaba huir del país y utilizar estos billetes para culminaciónanciar su huida.
El preso italiano se había fugado del penal de Bolonia el pasado 3 de julio, durante un permiso concedido por las autoridades para asistir sin escolta policial a su graduación en Ciencias Jurídicas. Después de realizar su defensa de tesis, Cavallari se reunió con su familia para celebrar su logro en un restaurante en el centro de la ciudad. Según relatan sus acompañantes, en ningún momento dieron cuenta de que el joven tuviera en mente huir.
Sin embargo, Cavallari no regresó a la cárcel y se mantuvo en paradero desconocido durante dos semanas. Fue solo gracias a la perseverancia y el trabajo de las autoridades que culminaciónalmente pudo ser detenido en España.
Cabe recordar que la fuga de Cavallari no es un hecho aislado. El joven había sido arrestado en agosto de 2019 junto con otras seis personas, todos jóvenes entre 19 y 22 años, por especializarse en robos con espray de pimienta. La detención se produjo después de que él y sus amigos rociaran con pimienta a algunos asistentes al concierto del rapero Sfera Ebbasta en la discoteca Lanterna Azzurra. Este incidente también causó la muerte de varias personas y dejó a decenas de heridos.
Con el procedimiento abreviado, Cavallari fue sentenciado a casi 11 años y 10 meses de cárcel, de los cuales ya había cumplido siete. Se espera que, en poco tiempo, se le habría concedido un periodo de prueba fuera de prisión. Sin embargo, su fuga y posterior detención han cambiado el curso de los acontecimientos.
Este caso ha levantado preocupación y disputa en Italia, no solo por la fuga del joven sino también por la libertad con la que pudo llevarse a cabo. Las autoridades están revisando sus protocolos de seguridad y pidiendo explicaciones sobre cómo Cavallari pudo fugarse durante un permiso no vigilado.
La detención de Cavallari es un alivio para las familias de las víctimas y para la sociedad en general. Sin embargo, también pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas más e
