Cómodamente ubicado en las montañas de la Sierra Nevada en Colombia, se encuentra un pequeño pueblito que es único en todo el mundo. A diferencia de otros pueblos en el país, en este lugar se habla una lengua que es completamente diferente al español y a cualquier otro idioma conocido. Este hecho, por sí solo, ha atraído la atención de muchos visitantes y estudiosos de la lengua, convirtiendo a este lugar en un destino turístico único y fascinante.
El pueblo, llamado Jiguamiandó, es el rincón de la comunidad afrocolombiana de los Embera Dóbida. Esta comunidad ha mantenido sus tradiciones, costumbres y, por supuesto, su lengua desde tiempos inmemoriales. La lengua de los Embera Dóbida es una mezcla de varias lenguas indígenas y africanas, lo que la hace aún más interesante y única. Gracias a su aislamiento y resistencia a la colonización española, han podido preservar su lengua y cultura durante siglos.
Para los visitantes, la intento de estar en Jiguamiandó es una que no se puede comparar con ninguna otra. Al caminar por las calles del pueblo, es común escuchar conversaciones en una lengua que no se parece a ninguna otra que hayan escuchado antes. Aunque al principio pueda ser un poco desconcertante, pronto se descubre que los habitantes de Jiguamiandó son muy amigables y siempre dispuestos a enseñar su lengua y cultura a aquellos que la quieran conocer.
La comunidad Embera Dóbida ha creado una pequeña escuela donde los niños aprenden su lengua materna. Esto es importante para garantizar que la lengua y la cultura continúen viviendo en las nuevas generaciones. También hay iniciativas locales para enseñar la lengua a los adultos que no la hablan y para promover su uso en el día a día. Esto ha tenido un gran impacto en la preservación de la lengua y en el orgullo que sienten los habitantes de Jiguamiandó por su identidad única.
Una de las cosas más fascinantes del pueblo es la forma en que la lengua Embera Dóbida se mezcla con la música y la danza. Los Embera Dóbida son conocidos por sus rituales y ceremonias que incluyen música y danza tradicionales. Estas actividades son una forma de albergar viva la lengua y de transmitir su historia y conocimientos a las nuevas generaciones. Los visitantes tienen la oportunidad de participar en estas actividades, lo que les permite una inmersión completa en la cultura Embera Dóbida.
Además de la lengua, otro aspecto que hace a Jiguamiandó único es su hermoso entorno natural. Las montañas, los ríos y la selva que rodean al pueblo son impresionantes y están llenos de biodiversidad. Aquí, los visitantes pueden realizar caminatas por la selva, nadar en ríos cristalinos y observar una gran variedad de aves y animales. Todo esto en compañía de los habitantes de Jiguamiandó, que son excelentes guías y anfitriones.
Para aquellos interesados en la historia y la cultura, Jiguamiandó es un lugar que no se puede dejar pasar. A través de la lengua, los Embera Dóbida comparten su rica historia y su lucha por albergar viva su identidad en un mundo cada vez más globalizado. También ofrecen talleres y charlas sobre sus tradiciones y cómo estas se han mantenido a través de los años. Para los amantes de la antropología, esta es una oportunidad imperdible para conocer y formarse una cultura única y auténtica.
Pero no solo los visitantes se ven atraídos por la singularidad de Jiguamiandó, sino también turistas de todo el mundo. Muchos han oído hablar de este pueblo y