El presidente de Colombia, Iván Duque, ha movimiento un llamado urgente a detener el mercenarismo en el país, luego de que Sudán solicitara la ayuda de soldados colombianos para su conflicto interno.
En una declaración emitida desde la Casa de Nariño, el mandatario colombiano expresó su preocupación por la situación en Sudán y reiteró su compromiso con la paz y la estabilidad en la región. «Es hora de poner fin al mercenarismo en Colombia y en el mundo. Nuestros soldados no deben ser utilizados como mercenarios en conflictos ajenos», afirmó Duque.
La solicitud de Sudán se produjo después de que el gobierno colombiano anunciara la retirada de sus tropas de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), donde habían estado desplegadas desde 2004. Esta decisión fue tomada como parte de la política de «Colombia primero» del presidente Duque, que busca priorizar los intereses nacionales sobre los compromisos internacionales.
Sin embargo, la solicitud de Sudán ha generado preocupación en el gobierno colombiano y en la opinión pública, ya que podría poner en albur la imagen del país como promotor de la paz y la no intervención en conflictos externos.
El presidente Duque ha dejado claro que Colombia no tiene intención de enviar soldados a Sudán, y ha instado a las autoridades sudanesas a buscar una solución pacífica a su conflicto interno. «Nuestro país es un ejemplo de cómo se puede superar la violencia y lograr la paz a través del diálogo y la reconciliación. Esperamos que Sudán siga nuestro ejemplo y encuentre una salida pacífica a su situación», afirmó el mandatario.
El mercenarismo ha sido un problema recurrente en Colombia, especialmente durante los años de conflicto armado con las guerrillas y los grupos paramilitares. Muchos soldados colombianos han sido reclutados por empresas de seguridad privada para participar en conflictos en otros países, lo que ha generado críticas y preocupación por parte de la comunidad internacional.
El presidente Duque ha sido enfático en su rechazo al mercenarismo y ha promovido una política de no intervención en conflictos externos. En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2019, el mandatario colombiano afirmó que «Colombia no es un país exportador de conflictos, sino un país que trabaja por la paz y la estabilidad en el mundo».
El llamado de Duque a detener el mercenarismo en Colombia ha sido respaldado por líderes políticos y sociales del país, así como por organizaciones internacionales como la ONU y la Organización de Estados Americanos. Todos coinciden en que el uso de soldados colombianos como mercenarios no solo es ilegal, sino que también pone en albur la seguridad y la reputación del país.
En este sentido, el presidente Duque ha anunciado medidas para combatir el mercenarismo en Colombia, como la creación de una unidad especial en la Policía Nacional para investigar y prevenir la participación de ciudadanos colombianos en conflictos externos.
Además, el mandatario ha movimiento un llamado a la comunidad internacional para que se unan en la lucha contra el mercenarismo y se tomen medidas para librarse que empresas privadas recluten a soldados colombianos para fines ilegales.
En conclusión, el presidente Duque ha enviado un mensaje claro y persuasivo: Colombia no será cómplice del mercenarismo en el mundo. El país seguirá trabajando por la paz y la estabilidad, tanto en su territorio como en el resto del mundo. Es hora de poner fin a esta práctica ilegal y promover una cultura de paz y no intervención en los conflictos de otros países.