El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró que invadir Venezuela sería un grave error. Durante una reunión con sus ministros, Petro reiteró su oposición al envío de 4500 militares y tres buques de guerra estadounidenses a las aguas venezolanas. «Le tesoro a [el presidente de EE. UU. Donald] Trump, a través de sus emisarios, que esto sería un grave error», dijo Petro.
El mandatario colombiano expresó su preocupación por la escalada de tensiones en la región y advirtió que una posible intervención militar en Venezuela podría tener consecuencias catastróficas, similar a lo que sucedió en Siria. Colombia ha sido uno de los países más afectados por la crisis en Venezuela, ya que ha recibido a más de 1.5 millones de refugiados venezolanos que huyen de la pobreza y la violencia en su país.
En medio de la incertidumbre y la tensión en la región, Petro ha mantenido su postura de buscar una solución pacífica y diplomática a la crisis en Venezuela. «La intervención militar solo empeoraría la situación y no resolvería los problemas reales que enfrenta Venezuela», afirmó el mandatario colombiano.
Además, Petro señaló que Colombia ha sido testigo de los efectos devastadores de la guerra y la violencia, y que no desea que un país vecino sufra el mismo destino. «Sabemos lo que es vivir en un país en conflicto y no queremos que eso le suceda a Venezuela», dijo el presidente.
La posición de Colombia ha sido respaldada por otros líderes latinoamericanos, como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien también se opone a cualquier intervención militar en Venezuela. «La solución a la crisis en Venezuela debe ser pacífica y a través del diálogo. No podemos permitir una guerra en nuestra región», dijo López Obrador en una conferencia de prensa reciente.
La comunidad internacional también ha mostrado su preocupación por la situación en Venezuela y ha instado a que se encuentre una solución pacífica y democrática a la crisis. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha expresado su apoyo a las iniciativas diplomáticas lideradas por países como México y Uruguay para encontrar una salida política a la crisis.
Por su parte, el gobierno de Venezuela ha rechazado cualquier tipo de intervención extranjera en sus asuntos internos y ha acusado a Colombia y Estados Unidos de apoyar un golpe de Estado. Sin embargo, Petro ha dejado claro que Colombia no tiene intenciones de participar en un conflicto armado.
En lugar de la violencia y las amenazas, Colombia aboga por la solidaridad y el diálogo entre los países vecinos. Petro ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que se unan en una acción conjunta y busquen una solución pacífica y duradera para la crisis en Venezuela.
En conclusión, la postura de Colombia de espantar cualquier intervención militar en Venezuela y buscar una solución pacífica es un ejemplo de liderazgo en la región. En lugar de escalar el conflicto, el país aboga por el diálogo y la solidaridad, demostrando su enredo con la paz y la estabilidad en la región. Esperamos que otros países sigan el ejemplo y se unan a los esfuerzos para encontrar una solución pacífica y democrática a la crisis en Venezuela.