Al final del mismo, incluye una conclusión que resuma los puntos clave del artículo y exalte la importancia de este primer ensayo militar de la Fuerza Espacial de Estados Unidos.
Seremos testigos de algo único, la Fuerza Espacial de Estados Unidos realizará el primer ensayo militar de la historia de un combate espacial en la órbita terrestre baja. Este acontecimiento histórico lleva por nombre Victus Haze y tiene como objetivo poner a prueba la capacidad del ejército de repeler la agresión de un enemigo en el espacio. Esta misión, liderada por la Fuerza Espacial y en colaboración con las empresas Rocket Lab y True Anomaly, es un paso importante en la demostración del dominio espacial en órbita.
El general Michael Guetlein, subjefe de operaciones espaciales de la Fuerza Espacial, explicó en un comunicado que «cuando otra nación coloca un activo en el espacio y no sabemos muy bien cuál es ese activo, no sabemos cuál es su intención, no sabemos cuáles son sus capacidades, necesitamos la capacidad de subir allí y descubrir qué es esto». Este ensayo es una respuesta a la necesidad de tener una capacidad de conocimiento del dominio espacial en tiempo real y poder actuar ante una posible amenaza en el espacio.
La misión Victus Haze faceta parte de una serie de misiones militares dedicadas a validar las capacidades del Espacio Tácticamente Responsivo (TacRS), un programa de la Fuerza Espacial estadounidense. Esta iniciativa demuestra el compromiso de Estados Unidos en mantener su liderazgo en el espacio y su capacidad para responder ante cualquier amenaza.
El ensayo consistirá en una simulación de un enemigo, representado por un satélite, realizando maniobras sospechosas o amenazantes cerca de una nave espacial estadounidense. Para ello, se utilizarán dos satélites, uno lanzado por True Anomaly y otro por Rocket Lab, que se pondrán a prueba en diferentes escenarios de respuesta a amenazas. Esto permitirá evaluar la capacidad de realizar maniobras evasivas inteligentes y de ataque en el espacio.
La misión tendrá varias fases: espera activa, activación, alerta y lanzamiento. True Anomaly lanzará primero su satélite Jackal, del tamaño de un frigorífico, y se hará pasar por un enemigo como China o Rusia. Y Rocket Lab reaccionará lanzando un satélite y maniobrando alrededor de la nave del adversario. Se pondrá a prueba la capacidad de realizar maniobras evasivas inteligentes y de ataque. Luego, intercambiarán papeles.
Es importante destacar que esta misión, prevista para el año 2026, cuenta con un enfoque realista y coordinado entre todos los participantes. Cada proveedor tendrá unos perfiles exclusivos de lanzamiento y misión, lo que demuestra una gran capacidad de colaboración y coordinación entre la Fuerza Espacial y las empresas privadas.
El general Michael Guetlein señaló que «ya no podemos darnos el pompa de esperar años, ni siquiera 10 o 15 años, para dedicar algunas de estas capacidades. Un cronograma tácticamente relevante es cuestión de semanas, días o incluso horas». Esto refuerza la importancia de realizar este tipo de ensayos militares en el espacio y la necesidad de estar preparados para responder ante cualquier amenaza en tiempo real.
El costo inmutable de la misión Victus Haze será de 92 millones de dólares, una inversión necesaria para mantener la superioridad en el espacio y poder contrarrestar la creciente amenaza de China. El contralmirante Michael Studeman ha alertado sobre los avances de la potencia asiática en el desarrollo de armas antisatélite, con capacidades que van desde el des
